INDICA AQUI LO QUE ESTAS BUSCANDO

¿Te gusta? Hazmelo saber!

viernes, 24 de enero de 2020

DEPURANDO NUESTRA VIDA. EN ENERO LA COCINA

En estas fechas, cuando empieza el año, solemos hacer balance de nuestra vida, de lo que ha ocurrido hasta hoy, y nos proponemos cambiar aquello que no nos gusta. Los propósitos de año nuevo son un dialogo interno, casi una promesa en voz bajita que nos hacemos a nosotros mismos (o a la vida) sobre lo que queremos cambiar para ser más felices: dejaré de fumar, adelgazaré unos kilos, caminaré cada día una hora, estudiaré inglés.
 Tal vez, entre los propósitos que te has hecho para este inicio de año esté el de simplificar tu vida. Para que no se quede en un simple propósito más de los que terminarás por abandonar (yo abandono la mayoría de mis propósitos de año nuevo, no sé tú...) te propongo una ruta a seguir en los próximos meses. Todos los meses voy a subir un post con un espacio de la casa e intentaré inspirarte para que lo hagas hermoso y tuyo. Cuando terminemos con el hogar, empezaremos a simplificar otras áreas de nuestra vida. ¿Te parece?




Cocina minimalista
Este es un camino que nunca termina, porque la vida es dinámica, y evolucionamos a su paso, pero puedes empezar por aquí:

 ENERO: Dedica este mes a limpiar y desalojar la cocina de tu casa. Te propongo la cocina de inicio porque suele dar grandes dolores de cabeza. Nunca hay superficies suficientes para trabajar, las despensas suelen estar llenas y no encuentras nada.... y de esta manera cuesta limpiar, cocinar, encontrar lo que necesitamos...
Para despejar tu cocina, obsérvala primero.
Empieza por sacar todo lo que hay en un armario de guardar comida y ponlo sobre la encimera. Tira todo lo que esté caducado. Tira todo lo que no te gusta, ese producto que compraste y no te agradó, esos cereales llenos de azúcar que ya no coinciden con tu estilo de vida.






Desorden y caos
Limpia muy bien ese armario, ponle se quieres algún tapete o papel de cocina, o algún separador o gancho en el interior de la puerta. Son útiles los escurreplatos para colocar en vertical las tablas de cortar, bandejas y tapas de las ollas, por ejemplo. Esta foto es una foto de una de mis alacenas, para que veas cómo tengo a la vista todos los ingredientes de mayor consumo para cocinar con un sistema de tuppers. Todo aquello que haga que sea más fácil ordenar lo que metas.




Alacenas ordenadas
Ahora, guarda todo lo que realmente vas a consumir, colocando detrás aquellos productos repetidos que tienen la fecha de caducidad más lejana. No lo dejes hasta estar completamente satisfecho con el resultado. Intenta que parezca una exposición más que un armario donde ocultar cosas. A ti solo te sirve la excelencia. Porque te lo mereces.

Cuando termines con esa alacena, sigue con la siguiente, hasta terminar con todas. Céntrate en esos pequeños electrodomésticos y utensilios que tenemos repetidos, o que jamás usas. Batidoras, peladores de patatas, extractores de zumos, descorazonadores de manzanas, moldes de silicona, etc... pregúntate si de verdad vale la pena tenerlos ocupando espacio o sería mejor decirles adiós.

Ahora da un paso atrás y mira tus platos, tazas, vasos, cubiertos. ¿Cuantos sois en casa? ¿Cuantos usas en un día, o en una carga del lavaplatos? ¿Cuantos tienes? Tal vez sea el momento de deshacerse ese vaso desportillado, esos platos que no te gustan, los cuchillos que no cortan o las tazas que jamás usas. Puedes dejar alguno de más, pero no muchos. La comida nutre el cuerpo. El modo en el que la presentas nutre tu alma y la de los tuyos. Imagina tu mesa ideal. No es tan costoso tenerla. Un mantel limpio, un plato blanco, una servilleta doblada y un vaso bien brillante y transparente. Tal vez, un frutero en el centro de la mesa, o una flor. ¿no es más apetecible la comida en esa mesa que comer de pie en un plato de plástico? ¿No incita más a la conversación, y a la compañía que comer de cualquier modo y beber en una lata?






Limpieza y simplicidad
Deshazte también de bolsas que no usas, envases vacíos que no sabes para qué guardaste, bolsitas de keptchup del burguer, papeles indeterminados u otros objetos que no sirven para nada. Como norma, cualquier cosa que no usas desde hace más de un año no debería estar contigo.

No es necesario que te des una maratón para hacerlo. Tienes todo el mes. Lo importante es que disfrutes del proceso, que cuando termines con una espacio, sea cajón, armario, verdulero o rincón, disfrutes de su aspecto. Incluso podrías hacer fotos del antes y el después.

Cuando termines con todos los armarios y cajones, seguro que te ha quedado espacio libre para guardar las cosas que hay sobre la encimera. No hay nada más armónico que una encimera despejada. Da igual si es de granito, azulejos, madera o laminada. Una encimera sin trastos ni botellas o electrodomésticos da sensación de orden y armonía e invita a trabajar mejor. Una vez despejada, límpiala bien. Si de verdad quieres tener una vida más simple y natural, acostúmbrate a usar productos naturales y ecológicos. Tienes un montón de recetas aquí. Después sácale brillo. La cera de abejas es genial para eso. No es toxica y puedes poner alimentos encima. Además nutre y protege del agua y otros líquidos.
Cuando ya creas que todo está despejado, cuando pienses que todo lo que hay en la cocina te gusta y te es útil, añade una nota de belleza. Es tu cocina. Un lugar en el que trabajas mucho tiempo, en el que comes quizás, en el que se produce la magia de la nutrición. No un laboratorio.Tal vez una foto, tal vez unas flores. Cambia el líquido de fregar los platos a una botella bonita con dispensador. O coloca una lampara flexo en el rincón de la encimera para usarla cuando cortas verduras. Yo creo que la belleza es importante para vivir. El mundo, la naturaleza, es hermosa sin más ornamentos, de manera sencilla. Eso es porque para que la vida se produzca, necesitamos un poco de belleza. Vivir sin cosas hermosas es solo sobrevivir.

La foto bajo estas líneas es de mi cocina. Es pequeñita, es real, está vivida y es la mía. Simple, sencilla, y exactamente como a mí me hace sentir bien.






Mi cocinita
Permítete algún detalle original, algo que haga que tu cocina (esa tan limpia y ordenada que tienes ahora) sea única en el mundo. No caigas en el error de llenarlo todo de chirimbolos baratos de una cadena de tiendas. Elige una o dos cosas nada más, pero que sean especiales. Tal vez algo que tienes guardado y que nunca sacas. Ese decantador antiguo que jamás usaste. La sopera de la vajilla de tu abuela.

Espero haberte inspirado. Espero que estés ya mirando tu cocina con ojos escrutadores, a la caza del trasto creador de frustraciones. No dejes ni uno de esos.
Te espero el próximo día.

jueves, 23 de enero de 2020

BENEFICIOS DEL MINIMALISMO

Cuando decidí depurar mi espacio ni siquiera sabía que esto tenía un nombre. Simplemente pensé que tenía demasiadas cosas en mi casa y que mantener limpias y ordenadas esas cosas se llevaba gran parte de mi tiempo. Y tiempo es vida. Después me fui dando cuenta de que había muchas ventajas añadidas. Estas son algunas de ellas, que pueden ser comunes a ti.

AHORRAR TIEMPO

Tú puedes ahorrar dinero para un imprevisto, para un proyecto, para un sueño. Lo guardas en el banco, o en una hucha y después lo usas cuando lo deseas. Pero no puedes guardar tiempo. Ricos y pobres, grandes y chicos, todos tenemos veinticuatro horas cada día y debemos decidir cómo lo usamos, porque pasado ese día, nunca lo vamos a volver a poder usar, aunque lo hayamos usado mal o no lo hayamos hecho.
Esto que parece obvio, no lo es para algunos.







mesa minimalista
Cuando tú dedicas tu tiempo, pongamos dos horas al día a ordenar tu casa, a limpiar figuritas de escaso valor, a mover muebles para sacar el polvo, no te das cuenta de que estás usando 60 horas al mes en eso, o lo que es lo mismo, 730 horas al año, es decir más de 30 días, con sus noches a limpiar. Sí, con solo dos horas de limpieza y orden al día, que no parece tanto, estás gastando más de un mes completo cada año a eso. Puedes calcular cuántos años de tu vida pierdes con eso. Y después imagina si quieres qué habrías hecho con todo ese tiempo. Aquí no estamos añadiendo el tiempo que nos lleva buscar cosas que hemos extraviado (porque tenemos demasiadas), el tiempo que nos lleva comprar las cosas, instalarlas, y ganar el dinero que gastamos en ellas. Obviamente, si reduces las cosas que tienes a la mitad, por ejemplo, , reducirás el tiempo que usas en ocuparte de ellas a la mitad. Y ese tiempo puedes emplearlo en algo más edificante y productivo para ti. Tal vez hacer ejercicio, aprender un idioma, o simplemente ver las nubes pasar. ¿No te gusta la idea?




AHORRAR ESPACIO

Ya sé que parece demasiado obvio pero no podía dejar de nombrar este beneficio. No solo las habitaciones parecen más grandes, además es casi seguro que recuperas espacios completos. Casi todos tenemos una habitación en casa que se convierte antes o después en una especie de trastero, o cajón de sastre. Imagina qué podrías hacer con esa habitación si estuviera vacía, limpia y despejada. Un despacho luminoso y ordenado, un cuarto de costura con estantes para que todo estuviera a mano, una sala de yoga tal vez.... Y si esto no te ha convencido calcula conmigo y verás cómo volvemos al punto anterior. Si tu casa tiene, por ejemplo, 100 metros cuadrados, y ese cuarto tiene 8 metros cuadrados, quiere decir que tienes el 8% de tu casa dedicada a los trastos inservibles. Si pagas una renta, digamos, de 500 € al mes, estas dedicando el 8% de esa renta a mantener tus trastos. Esto son 40 euros al mes de alquiler para tus trastos. 480 euros al año. ¿Valen tanto tus cachivaches?





Cosas inservibles
AHORRAR DINERO

Este aspecto es fácil de explicar: cuando decides simplificar tu vida, y retiras todo lo accesorio tienes mucho más cuidad con tus compras, porque te fastidia comprar cosas que no te satisfagan y termines por deshacerte de ellas al poco tiempo. Esto te lleva a evitar las compras compulsivas, y por lo tanto ahorras dinero. Eso no quiere decir que vayas a hacerte rico por ser minimalista, pero sí que cuando compres, lo harás de un modo más consciente, comprando solamente aquello que realmente te gusta, al margen de las modas o la publicidad, consiguiendo por lo tanto objetos de mayor calidad (tal vez también más precio) pero que te gustarán y de los que no te cansarás en mucho tiempo.

AHORRO EN MALOS RATOS






café y lectura
¿Cuantas veces has ido a un evento, a una comida, o a una cena de empresa a la que no querías ir solo por no quedar mal? ¿Cuantas personas de tu alrededor son chismosas, envidiosas o negativas y sigues manteniendo la relación sin saber porqué?

No es fácil explicarlo, pero cuando empiezas a vivir en simplicidad, lo que empieza por el exterior se va traspasando al interior. De la misma manera que vas dejando ir a los objetos que ya no te satisfacen, llega un momento que lo haces con las personas. sin darte cuenta, empiezas a rebelarte y ya no quieres tomar café con esa amiga que siempre se está quejando por todo, que jamás asume sus responsabilidades, y que no se preocupa por lo que a ti te pasa. Y poco a poco, empiezas a aprender a despegarte de esas personas que roban tanto tiempo en tu vida de manera tan estéril, para ocupar ese tiempo con los que de verdad te valoran y te aportan. Este tema, yo lo tocaremos más adelante, si te parece.
Por hoy esto es todo. Me gustaría que me contaras en comentarios qué otros beneficios/ahorros encuentras tú en el minimalismo, y qué temas te gustaría que tocaremos en próximos días.
Yo te espero con mi cafetito aquí de nuevo, en el próximo post.

Suscríbete a este blog, a mi canal de You Tube pinchando aquí, o sígueme en mi página de Facebook pinchando aquí.

martes, 7 de enero de 2020

EMPEZAR EN EL MINIMALISMO. CINCO ERRORES QUE NO DEBES COMETER

Si estás comenzando a minimalizar tu vida, tienes que seguir un plan personalizado pero aún así, es posible que te tiente cometer algunos errores. Vamos a hablar de ellos. 

El minimalismo como modo de vida es una corriente que engloba tantos estilos como personas lo abrazan.
 Dependiendo de la edad, el lugar en el que vives, tu situación familiar, tu trabajo, e incluso tu filosofía vital, vas a vivir el minimalismo de un modo u otro. De todos modos, es bastante común que, cuando descubrimos "el arte de vivir ligero" nos lancemos a ello de pleno y cometamos algunos errores. De esas metidas de pata, que son muy generalizadas, vamos a hablar hoy.
vivir el minimalismo

La vida en una mochila. Nómadas digitales

No se trata de contar objetos

Algunos minimalistas que aparecen en las redes, cuentan que viven solo con 20, 30 ó 40 objetos. Generalmente son personas que viven de modo nómada, sin un lugar concreto en el que vivir y que suelen pernoctar en albergues, casas particulares de amigos o conocidos, o simplemente bajo las estrellas.
Este estilo de vida, que es muy bucólico, no es para todos. Si bien estos nómadas digitales, como se ha dado en llamarlos, han popularizado mucho el minimalismo por lo llamativo de su forma de vivir, también es verdad que puede echar para atrás a algunos, ya que simplemente esta forma de vivir no es viable para todo el mundo.
No eres mejor o peor minimalista por el número de objetos que tienes, sino por el modo en el que esos objetos se adaptan a ti, tu manera de vivir y tus necesidades. No te obsesiones con el número de cosas que tienes, porque si lo haces, probablemente termines frustrándote al cabo de un tiempo y pensando que no sirves para eso. He visto mucha gente que vive solo con dos pantalones y tres camisetas que al cabo de unos meses comprenden que no es práctico para ellos, porque tienen que lavar la ropa constantemente y se deteriora muy rápido. O personas que, tras depurar su apartamento completamente sienten que no termina de representarles, y es precisamente porque han eliminado todo rasgo de su personalidad. 

No tires a lo loco

A ver, no te enfades. Entre acumular ropa hasta que los armarios están a reventar, y las estanterías se caen del peso que soportan con todos los libros y apuntes de toda tu vida, y dejar tu casa vacía, hay un término medio.
Volvemos a definir el minimalismo como un modo de vida que consiste en vivir con lo que es esencial para ti. Y eso no es lo mismo que para los otros.
En ocasiones leo que cualquier objeto que no se ha usado en seis meses, tres, o incluso menos tiempo hay que tirarlo. Sí y no.
Sí, lógicamente si se trata de un salchichón. No si se trata de una tienda de campaña que que usas una vez al año, o cada dos años.
En esto, como en todo, hay que usar el sentido común y adaptarse a tu vida.
Desde mi punto de vista,  y en criterios generales, a la ropa hay que darle un año de oportunidad. Tal vez en los últimos meses no hayas usado esa falda ibicenca que tanto te gusta, pero dentro de unas semanas la vayas a usar. Sé que esto que digo puede generarte dudas y tal vez quieras cortar por lo sano, pero este es un camino del que ir disfrutando, no una meta a la que vas a llegar.
Recuerda: El método se adapta a tu vida, no tu vida al método.



Depurar con conciencia

No intentes cambiar al mundo

Cuando empiezas a descubrir lo estupendo que es tener todo bajo control, cuando ves tu casa, o tu habitación despejada, cuando podrías decir exactamente dónde está cada objeto de tu vivienda con los ojos cerrados, sientes el deseo de contárselo al mundo.
Es casi como cuando te enamoras: parece que has hecho un gran descubrimiento y quisieras gritarlo al mundo. Eso está bien. Habla de que te gusta compartir lo bueno. Pero cuidado: no todos estamos en el mismo punto del proceso vital, y lo que hoy es bueno para ti, tal vez no lo sea para tu pareja, o para tus hijos o amigos.
hablar de ello, claro. No es necesario mantenerlo en secreto. Al revés, es formidable que lo comentes con tus íntimos. Pero no des la murga. O corres el riesgo de que te llamen pesado. Si no salen corriendo cada vez que te ven acercarte.
De nuevo, menos es más.
Deja simplemente que vean cómo cambia tu vida a mejor según vas haciendo el proceso. Deja que tu familia se dé cuenta de lo ordenados que están tus espacios, de lo rápido que te arreglas cada día, de la vitalidad y armonía que desprendes. Deja que tus amigos se den cuenta de que no estás nervioso, de que llegas siempre a tiempo, y de cómo no se te hace difícil decir NO cuando sencillamente no quieres ir a un sitio, o hacer algo.
Deja que tus compañeros de trabajo se den cuenta de cómo gestionas tu tiempo y eres más productivo, sin andar agitado porque no encuentras lo que buscas, o porque tienes mil tareas empezadas para terminar.
Ese es el mejor modo de influir en los demás. Cambia tú, y eso ya es empezar a cambiar al mundo.


minimalismo, zero waste, veganismo,
El minimalismo y otras influencias

No mezcles conceptos

Por lo general, el minimalismo va asociado a otros conceptos que pueden o no, ser buenos para ti.
Muchos minimalistas, por lógica, van toman conciencia ecológica, del problema que la sociedad consumista supone para el planeta. Otros asocian el minimalismo con el "zero waste ", o generar un mínimo de basuras, o con el veganismo o el vegetarianismo. También hay quien afirma que siendo minimalista se ahorra dinero, y hacen de eso su razón principal para ser minimalista. Hay quien decide llevar una vida con "cero tóxicos" en su vida.
Todos estos conceptos son buenos y están bien si a ti te motivan, y si se adaptan al diseño vital que tienes en mente. No quiero que mal interpretes. Sencillamente, quiero trasmitirte que no eres menos minimalista si no quieres tirar esos tuppers que tienes desde hace tiempo porque te hacen un buen servicio para reemplazarlos por otros más ecológicos. No eres menos minimalista si en lugar de ahorrar, resulta que gastas lo mismo, porque donde antes comprabas cinco camisetas de diez euros ahora prefieres comprar solo una, pero que cuesta 50.  No eres menos minimalista si te gusta más disfrutar de una pechuga de pollo que si solo comes verduras.
Cada uno tiene un proceso, y nuevamente se trata de adaptar el método a tu vida, e ir creciendo poco a poco, eligiendo en cada cruce del camino en función de tu estado. Incluso no pasa nada si a veces retrocedes un poco. No te estreses, minimiza eso también. 

El minimalismo no es un estilo estético

O no solo eso. Es verdad que el término nace como una corriente arquitectónica,  y continúa como una corriente artística general en la que el concepto principal es el "menos es más".  Pero es más que eso.
El minimalismo como modo de vida, aparece como la respuesta lógica a un mundo en el que el consumo se desmesura, y las cosas lejos de mejorar la vida de la gente, la convierte en esclava. Esclavos que venden su tiempo (lo único que no se puede acaparar) para ganar dinero con el que comprar las cosas, dinero para acumularlas en espacios cada vez más grandes, ridículamente grandes y difíciles de mantener, dinero para limpiarlas, cuidarlas, asegurarlas. Cosas... cosas que, paradógicamente, no son para siempre. Cosas que se estropean, que pasan de moda con una rapidez increíble, que no tienen reparación posible cuando se averían.
Y hay un momento en el que, sin una cabeza concreta que lo simbolice, las personas empiezan a decir: "¡Alto! Mi vida es más que cosas y pasa sin darme cuenta. Ya no quiero tener cosas que me esclavizan. Quiero vivir. Quiero liberarme!"
A partir de ahí, son muchos los que empiezan a desprenderse de lo superfluo, y a vivir con lo que consideran necesario. Y la industria, que pronto se da cuenta de que existe ese segmento de personas, quiere convertirlos en consumidores. Y crea muebles blancos y aparentemente sencillos, y mil artilugios de estilo minimalista de dudosa calidad.
No caigas en la trampa. Si te gusta ese estilo, puedes usarlo. Pero eso no te hace más minimalista que el que mantiene la vieja mesa de cocina que heredó de su abuela, o ese cuadro lleno de colorido que compró en un mercadillo.
Recuerda que el autentico minimalismo como modo de vida consiste en tener solo aquello que te suma, que no te lastra. Sea del color que sea. Sea del estilo que sea. 



El minimalismo y la decoración

Enlace patrocinado